Celestina – Silvina Ocampo
Era la persona más importante de la casa. Manejaba la cocina y las llaves de las alacenas. Era necesario complacerla. Para que fuera feliz, había que darle malas noticias: esas noticias eran tónicos para su cuerpo, deleites para su espíritu.
Seguir leyendo: «Celestina – Silvina Ocampo»